De cuando en cuando toca hacer cambios. Reformar las viviendas es una de las mejores formas de hacer un cambio sustancial en los hogares. Sustancial o total, según proceda. En numerosas ocasiones lo que se hace es actualizar el inmueble, lavarle la cara con una mano de pintura o cambiar algún mueble, para que parezca en buen estado. En otras ocasiones, se busca personalizar el espacio por la razón que sea y en otras tantas, lo que procede es hacer una reforma integral, para convertir la vivienda en la casa de tus sueños. O porque la acabas de comprar y esta pasadita o la quieres vender y nadie compra derrumbes.
Como fuere las razones para hacer reformas son tantas como personas las hacen. Cada uno tiene las suyas y son muy propias y aceptables. Lo que no es de cada uno, es la elección de la empresa adecuada. Me explico, cada quien es libre de elegir a la empresa que más le convenga para realizar la reforma, faltaría más, pero todo el mundo debería tener en cuenta una serie de factores, a la hora de tomar esa decisión.
Precisamente sobre esos aspectos a considerar, vamos a hablar en este artículo. Si llegado el momento de contratar una empresa de reformas para el hogar, andas perdido y no sabes a quien elegir o como elegir a la más adecuada para tus circunstancias personales, sigue leyendo. Puede ser que tu casa lleve años contigo y quieras enfrentarte a una reforma por primera vez, por lo que resulta crucial tomar la decisión más adecuada. Elegir a la empresa de reformas correcta, es fundamental. Tiene que ser capaz de ejecutar la obra de forma impecable y garantizar que no van a surgir complicaciones en el futuro, salvo las derivadas del uso.
En que fijarse para contratar una empresa de reformas
Saber los requisitos que deben exigirse a este tipo de empresas no es algo que todos sepamos, tampoco los factores clave en los que nos debemos fijar, por lo que no hemos dudado y nos hemos acercado a El Baúl Decoración y Reformas, profesionales del sector y expertos en reformar el baño en Fuenlabrada, para que nos confiesen lo que hay que tener en cuenta para contratar a una empresa como la suya.
Lo primero que hay que tener muy, pero que muy presente es que lo barato, sale caro. Antes de empezar cualquier proyecto de reforma hay que tener clara una cosa, tras la compra de un inmueble, la siguiente experiencia más absorbente y estresante que hay, es acometer una reforma. Sobre todo por el desembolso económico que supone, bastante elevado. De ahí que muchas personas, traten de reformar su vivienda invirtiendo lo mínimo posible. Aquí es donde se comete el primer error. Un error de lo más grave.
Algo que hay que tener claro desde el primer momento es que para que la reforma salga bien, hay que invertir bien. Es decir, poner bastante dinero en la mesa. Existen empresas que ofrecen reformas a bajo coste. Cobran tan poco que su trabajo es mediocre, por lo que si se contrata este tipo de reforma, evidentemente, lo más probable es que haya que hacer arreglos en pocos años. Eso en el mejor de los casos, porque lo más probable es que gaste más dinero del calculado inicialmente, para reparar los desperfectos ocasionados.
Ahora bien, invertir dinero no quiere decir desperdiciarlo. Así pues, para optimizar los costes, lo primero que se debe hacer es un proyecto de reforma. Este trabajo previo consiste en definir como es el proyecto de obra que quieres realizar en tu vivienda. Debe hacerse antes de contactar con cualquier empresa de reformas, puesto que ayuda de forma determinante a tener claros los objetivos.
Proyecto en mano, puedes explicarle a la empresa seleccionada lo que quieres hacer, de forma concisa y detallada, evitando que te hagan presupuestos adicionales y no de lo que necesitas. Esto se traduce en un ahorro de tiempo y de dinero. En el caso de que se trate de una reforma compleja, lo mejor es dejar el proyecto en manos de un profesional, pero si se trata de algo pequeño y sencillo, puedes hacerlo por ti mismo.
El proyecto de reforma debe incluir la documentación necesaria, como los planos de la casa en el momento actual, donde se vea la distribución, las instalaciones, etc. A escala y con medidas. Además debe incorporar los planos de lo que se pretende hacer, es decir, como quedará después de la reforma. Con estos datos, el contratista puede hacerse una idea de lo que se pretende.
Se puede añadir un presupuesto en el que se detallan los trabajos a realizar y los materiales necesarios, algo que resulta de gran utilidad cuando se va a contactar con diversas empresas de reformas. Hacer esto por uno mismo es más que conveniente, puesto que así se explican los materiales y tareas a realizar, aunque hay que saber que los precios van en blanco, para que las empresas pongan sus presupuestos y así, poder comparar.
Decidir en base a lo propuesto
Teniendo claro el tipo de obra que hay que realizar, con el proyecto en la mano y el presupuesto detallado de lo que se pretende, llega la hora de consultar a varias empresas de reforma. Lo más aconsejable es contactar con al menos tres. Si existe alguna recomendación debe tenerse en cuenta pero no decantarse por ella sin comparar con otras.
Para decidir la empresa que más conviene, hay que basarse en algunas características de las cuales vamos hablar a continuación.
Contactar con empresas que coordinen todos los oficios necesarios para acometer la reforma. Esto implica que cuenten con distintos profesionales como pintores, fontaneros, electricistas, carpinteros, etc. Dentro de cualquier obra de envergadura se necesita a varios profesionales de diferente categoría. A no ser que seas experto en gestionar reformas, lo mejor es contar con una empresa que sea capaz de contratar en tu nombre a todos los profesionales necesarios y los dirija. En el caso contrario, la contratación y coordinación depende de ti, por lo que tendrás que estar continuamente pendiente de todo y coordinar a los trabajadores. Además si se da el caso de que algo se ejecute mal nadie se hará responsable por lo que te toca averiguar lo que ha pasado y resolverlo. Contratar a una empresa que lo gestiona todo, organiza el trabajo de los empleados y establece un calendario. En caso de que surja algún problema, se hacen cargo de su resolución.
Comprobar las opiniones de otros clientes, proporciona información sobre la manera de trabajar de la empresa. Si conoces a alguien que haya hecho una reforma, puedes saber si quedó satisfecho con la empresa y contar con ella para la comparación. Así mismo, es posible encontrar referencias contrastables en la red.
Por supuesto, hay que pedir ejemplos de otras obras que hayan realizado. La experiencia es un grado y en cuestiones de reforma, más. Si pides presupuesto a empresas con larga trayectoria a sus espaldas, pueden enseñarte un porfolio con los resultados de sus trabajos anteriores. Con ello puedes hacerte una idea de cómo trabajan.
Llegados a este punto, el presupuesto con los precios en blanco estará completo. En caso contrario, hay que pedir que presenten un presupuesto lo más detallado posible. Los presupuestos vagos y generalizados, inducen a error, ya que puedes dar por hecho que algo se va a realizar y luego, resulta que no está incluido en el precio. Con un presupuesto claro y detallado, se evitan malos entendidos y es más fácil comparar las diferentes empresas.
Una vez realizado el trabajo de campo, tendrás en tu mano a varias empresas con posibilidad de contratación. Ahora solo queda saber que la empresa cumpla con todas las obligaciones legales. A tener en cuenta que la empresa sea real, por lo que hay que verificar que existe, está registrada y cuenta con su CIF. La mayoría de las empresas de reformas están dadas de alta en el Registro de Empresas Acreditadas, portal oficial que ratifica que la empresa, cumple con todos los requisitos de calidad y prevención de riesgos laborales. Resulta indispensable comprobar la veracidad de estos datos, para evitar problemas.
Solicitar un contrato es otro aspecto fundamental. De iniciar una obra sin disponer de un contrato, significa que no cuentas con seguridad legal. Esto te hace depender de la buena voluntad de la empresa para que ejecute la obra, tal y como quieres. El contrato es un salvoconducto que garantiza que la empresa, cumpla con su trabajo. En el mismo se debe especificar el trabajo, las garantías del mismo una vez finalizado y la forma de pago.
También es necesario pedir el certificado de seguro de responsabilidad civil, unido al contrato. Este seguro cubre los posibles accidentes que pueden derivar de la obra. Tanto a nivel personal como material. De no contar con seguro, la responsabilidad cae sobre ti.
Teniendo todo esto en cuenta, llega el momento de barajar las opciones y contratar a la empresa de reformas que más se adapte a tus necesidades, presupuesto y cumpla con todos los requisitos legales necesarios.