No es fácil estar a la cabeza de una empresa en España ni en ningún otro país del mundo. Y son muchas las razones de las que nos podemos valer para decir esto. La primera de todas tiene que ver con el hecho de que, cuando estamos en una posición como esa, es porque hemos decidido invertir nuestro dinero (o haber pedido un crédito o un préstamo con el banco) para sacar adelante nuestra empresa, nuestra idea de negocio. Eso ya tiene un valor que no todo el mundo es capaz de regentar. Pero es que, además de eso, luego hay que tener los conocimientos suficientes tanto en el sector en el que nos encontremos como desde el punto de vista de la gestión empresarial para asegurar el éxito de nuestro proyecto.
Lógicamente, estar al tanto de todos estos asuntos no es fácil, y no lo es especialmente al principio, cuando somos una empresa pequeña que no tiene la capacidad de generar el suficiente dinero como para tener especialistas contratados en todas las áreas de gestión de la empresa. Una vez que la idea empieza a funcionar y se generan beneficios, es mucho más factible que podamos ir contratando personal y ampliando la plantilla, liberándonos de algún modo de que todo ese trabajo de gestión recaiga sobre la misma persona. Eso va a ser fundamental para que la persona que se encuentre al mando se centre en lo importante, en encontrar la manera de potenciar los ingresos derivados de la actividad a la que nos dedicamos.
Hasta entonces, debemos tener una organización clara en nuestra cabeza y tener claro todo el papeleo que debemos presentar. España es un país en el que la burocracia sigue muy presente y en el que este elemento seguirá formando parte de nuestras vidas, lo queramos o no. Hay que informar a las instituciones públicas de todo lo que tiene que ver con nuestros gastos e ingresos, de la actividad que realizamos y cómo la realizamos y de un sinfín de cosas más. En los próximos párrafos, vamos a hablar de uno de los documentos que hay que presentar una vez al año y que no es otro que el estado de la información no financiera, lo que se conoce como EINF.
¿Qué es el EINF? Hemos querido responder a esta pregunta citando una noticia que fue publicada en la página web emprendedores.es. En ella, se dice que el estado de la información no financiera de una entidad es “un informe que las empresas utilizan para comunicar su desempeño y estrategias en áreas distintas a las financieras, como el medioambiente, lo social o la gobernanza”. Este tema, por tanto, resulta de lo más interesante y va a ser de gran utilidad sobre todo para que los poderes públicos tengan constancia de que, por ejemplo, estamos haciendo una labor importante en el cuidado de nuestro entorno, que es uno de los asuntos que empiezan a preocupar de verdad en la sociedad de hoy en día.
Sigue habiendo empresas que desconocen lo que es el estado de la información no financiera de su entidad. Según una noticia que fue publicada en la página web de la agencia de noticias Europa Press, el 45% de las empresas medianas de nuestro país no sabe que este documento es obligatorio y, por tanto, se encuentra en un severo riesgo de que los poderes públicos puedan tirarle de las orejas e incluso sancionarle. Es importante que todos los emprendedores tengan esto en cuenta porque estar al mando de una empresa conlleva un gran grado de responsabilidad y cumplir con documentos como del que estamos hablando es uno de los ejemplos más claros de ello.
Elaborar un documento acerca de la información no financiera es una obligación con la que las empresas de hoy en día deben cumplir. Cada vez son más las entidades que se toman este asunto en serio y que realizan informes con datos cada vez más detallados, según nos han hecho saber desde Orson-einf. Esto es imprescindible sobre todo para que tengamos una visión general del valor que tiene todo ese trabajo que genera nuestra empresa más allá de lo financiero: su colaboración con el medioambiente, por ejemplo, suele ser uno de los asuntos estrellas del informe y uno con los que particularmente suelen sentirse más orgullosos los emprendedores españoles.
Estamos hablando de un documento que es muy importante para nuestra sociedad. Hay que tener en consideración que las empresas son agentes sociales del mismo modo que lo pueden ser las personas o las instituciones públicas. Por eso, es importante que aporten su granito de arena para intentar que la vida de todas las personas sea un poquito mejor cada día. Esta es una de las razones de ser de la presentación de un documento como el del estado de la información no financiera. Y esa es una de las razones por las cuales va a seguir siendo importante de aquí en adelante.
Las empresas, principales motores de cambio en la sociedad
Las empresas son elementos que pueden jugar un papel muy importante en el desarrollo de la vida de la gente. Por eso, también nos gusta decir que son elementos que pueden servir como motores de cambio en la sociedad, pueden liderar maneras de llevar una vida más cómoda. Uno de los mejores ejemplos con los que contamos para hablar de esto es el comercio electrónico. Han sido las empresas las que han promovido una manera más fácil de comprar, en la que no hace falta salir de casa para ello e invertir tiempo y dinero en acudir a una tienda física. Ese ha sido uno de los grandes cambios que hemos percibido en la sociedad de hoy en día con respecto a la del pasado.
No cabe la menor duda de que las empresas son conscientes de esto. Y por eso es importante que también sean conscientes del papel que pueden llegar a desempeñar en lo que tiene que ver con un asunto como el medioambiente, por ejemplo, que es algo de lo que dependemos todos los seres humanos y que, si no cuidamos, nos va a meter en muchos pero que muchos problemas. Al mismo tiempo, la responsabilidad social en lo que respecta a la ayuda a personas necesitadas es algo que merece la pena realizar y que nos va a generar una buena imagen de marca.
De las actividades no financieras también de puede sacar rédito
Seguro que muchos y muchas habéis visto en la página web de alguna empresa un apartado dedicado al respeto que esa entidad tiene por el medioambiente y otras iniciativas de corte social que desempeña. Podéis haberos llegado a preguntar: ¿por qué está esto ahí si no les genera beneficios, si esa labor no proporciona dinero como lo hace un producto que esa misma entidad vende? La respuesta es muy simple: esos apartados y actividades hacen que esa imagen de marca de la que hablábamos en el párrafo anterior sea inmejorable. Nos conecta de alguna manera a la sociedad. Hay un número determinado de personas que además está creciendo que, cuando quiere comprar un producto, se lo quiere comprar a una empresa que genere un bien para la sociedad. Es por eso por lo que todas las entidades intentan desarrollar esos apartados de responsabilidad social corporativa.
Si una empresa nos cae bien por algún aspecto en concreto, ¿acaso no querríais comprarle a ella aquello que necesitarais en lugar de comprarle el mismo producto o alguno similar a otra empresa de su competencia? La verdad es que estamos hablando de un asunto que tiene toda la lógica del mundo. Las empresas tienen la misión de resultar simpáticas para las personas que constituyen su público objetivo porque será así como sienten las bases de un crecimiento en la demanda de sus productos. Por eso elaboran planes de responsabilidad social corporativa de los que presumen encantadas.
Ni que decir tiene que todas estas labores deben seguir siendo trabajadas por los diferentes departamentos de marketing y comunicación de las empresas. En un mundo como en el que nos encontramos, en el que la imagen tanto física como de marca está tan arraigada y se valora tanto, hay que promover cualquier iniciativa de la que podamos extraer conclusiones positivas en materia de audiencia. Y todas estas labores forman parte de ello. Sin ninguna duda, se trata de cuestiones que van a hablar perfectamente de nuestra empresa y que van a permitir que mucha gente nos coja cariño.
Lo que hemos venido destacando es válido para empresas de todos los sectores. Y también para entidades de todos los tamaños. Es importante que cuidemos de algo más que lo relativo a nuestra actividad. Eso hará extender la idea de que no solo estamos aquí para ganar dinero, sino también para formar parte activa de la vida de la gente y de las mejoras que en ella se van produciendo. ¿Hay algo que nos pueda hacer sentir más orgullosos y orgullosas de la empresa de la que formamos parte? Nosotros creemos que no.