Conformar el hogar que queremos construir es algo que, desde luego, nos va a reportar una felicidad que difícilmente podríamos conseguir de otra manera. A fin de cuentas, la calidad de vida depende en buena medida del hogar y de lo cómodos que nos sintamos dentro de él. Como es lógico, eso depende de lo amplia que sea, de la ubicación que tenga dentro de la ciudad o localidad en la que vivimos y, además, de otras cosas que hayamos ido eligiendo para ella, como pueden ser los muebles o la decoración.
Hay que tener en cuenta la enorme cantidad de tiempo que vamos a pasar en su interior. Aunque tengamos que trabajar cada día y aunque solamos salir a hacer deporte o con amigos de manera frecuente, solo con dormir en casa ya estaremos pasando el 25% del día, como mínimo. Y con que hagamos un mínimo de vida en el hogar ya estaremos aproximándonos de manera peligrosa al 50%. Esa cantidad de tiempo nos obliga a que, de alguna manera, construyamos paso a paso la vivienda que queremos. Va a merecer la pena.
Hay muchas maneras de llevar a cabo este tema y está claro que todas y cada una de ellas son válidas si proporcionan esa comodidad y orgullo por el hogar que cada cual andamos buscando. Unas personas somos partidarias de una serie de colores, otras prefieren otros. Hay personas que creen que una de las mejores maneras de decorar es a través de plantas, otras se decantan por incorporar más cuadros. Mientras la vivienda lleve de alguna manera nuestra seña de identidad, algo con lo que podamos sentirnos identificados, perfecto.
Otra de las grandes maneras de darle al hogar el toque que queremos es a través de las baldosas o azulejos que lo componen. Es algo que quizá no se nos ocurre en un primer momento porque, al hablar de decoración, lo fiamos todo a esos colores y elementos de los que he hablado más arriba, pero lo cierto es que es perfectamente lógico que veamos en las baldosas o los azulejos una decoración de lo más interesante puesto que ocupan una superficie muy grande de terreno (ya estén incorporados en suelos o en paredes como las del baño o la cocina).
La verdad es que podemos sentirnos afortunados en España en este sentido porque no son muchos los países que cuentan con una tradición en el trabajo de la cerámica como la que tenemos aquí.
En una información que fue publicada por Deloitte se realizaba un análisis sobre el sector de la cerámica en España, que tiene una relevancia muy grande si atendemos a todo lo que está ligado a la decoración de espacios interiores. El sector, en el año 2017, había registrado un crecimiento del 7’7% en lo que se refiere a la producción y de un 5’9% en lo que guarda relación con las ventas. Además, el informe reflejaba que España era la segunda potencia del mundo en exportación de productos cerámicos (solo éramos superados por China) y estaba considerado como uno de los principales motores económicos de lugares como la Comunidad Valenciana.
La verdad es que, unos años después del momento al que hace referencia el informe anterior, España ha seguido demostrando ser un país competitivo en lo que tiene que ver con la producción y exportación de cerámica. En concreto, la noticia que os enlazamos ahora y que procede de la web de Castellón Plaza, hace referencia al azulejo. Y es que su producción y consumo volvían a crecer en 2021 y España volvía a ser el segundo exportador del mundo en esta categoría específica.
Con estos datos, parece lógico pensar que han sido muchas las personas, tanto de nuestro país como de otros muchos, que han confiado en todo lo que tiene que ver con los azulejos o las baldosas para decorar su domicilio. Desde que llegó la pandemia a nuestro país, siempre hemos dicho que el confinamiento deparó un crecimiento de la conciencia relativa a la importancia que tiene la decoración para la satisfacción que sentirnos con respecto a nuestro hogar. Y es que no es para menos. Si no fuéramos felices y estuviéramos cómodos en nuestras propias casas, ¿dónde creéis que lo podríamos ser?
Hay muchas maneras de decorar que guardan relación con la cerámica y que no se limitan únicamente a baldosas o azulejos. Es algo que he podido comprobar visitando varias páginas web y viendo la cantidad de recursos de los que es posible echar mano en este caso. En Cerámica para Arquitectura tienen, por ejemplo, celosías y un espacio dedicado a hacer posible cualquier petición del cliente que no se encuentre dentro del catálogo. La cantidad de opciones de las que se puede echar mano para vestir nuestra casa con productos de cerámica es, por tanto, impresionante.
Hay muchas personas que sacan un rédito increíble de todo lo que tiene que ver con esto y consiguen el hogar de sus sueños. La verdad es que las diferencias entre una vida en la que tienes la casa o piso que quieres y en la que tienes la casa o piso que “te toca”, por decirlo de alguna manera, es enorme. Merece la pena apostar por lo primero porque vamos a tener motivos más que de sobra para sonreír y sentirnos felices cada vez que vengamos de trabajar y veamos el espacio que tenemos a nuestra disposición y lo que nos representa. Eso no se puede pagar con dinero.
La cerámica es, sin duda, uno de los materiales que más nos pueden ayudar a construir ese hogar. Y por eso es perfectamente lógico que haya una cantidad de gente cada vez más grande que se decante por algún producto de este tipo para decorar su hogar. En España normalmente hemos confiado bastante distintos productos de cerámica, somos un país en el que es bastante tradicional apostar por esto, pero lo cierto es que esa confianza que tenemos en este tipo de materiales se ha redoblado en los últimos años.
Es cierto que esta tendencia es bastante general puesto que en todos los países del mundo también está creciendo todo lo que tiene que ver con la cerámica para la decoración de interiores. Y es que estamos hablando de un sector que implica un refuerzo de la imagen de nuestros espacios interiores. Teniendo en cuenta lo relevante que es la imagen a día de hoy gracias al desarrollo de las redes sociales, no cabe la menor duda de que el contexto era idóneo para que todo aquello que nos ayudara a mejorar la imagen de nuestros espacios interiores creciera en relevancia.
Un material que despierta el interés de la gente
La cerámica es uno de los materiales que despierta más interés entre las personas. La manera de confeccionarlo es uno de sus puntos fuertes porque le da un aura de artesano, de tradicional, de natural. Y todos esos valores se tienen muy en cuenta a día de hoy por parte de toda la población. No cabe la menor duda de que esto es lo que hace posible que haya una gran cantidad de personas que se sientan atraídas por este sector y por los productos que forman parte de él en algún momento.
Si a eso se le añade la utilidad que tienen muchos de los productos que se confeccionan de esta manera, está claro que el resultado sólo nos puede conducir al éxito más absoluto, tanto a las personas que viven de esto como a los clientes que apuestan por ellos y que van a mejorar la experiencia de su propio hogar, convirtiéndolo en algo mucho más acorde a sus expectativas y que les proporciona mayores dosis de felicidad.
Nadie se atreve a dudar de la fiabilidad que tienen estos elementos en materia decorativa. Gente de todas las generaciones suele poner sus ojos en alguno de ellos, y no solo en baldosas, azulejos o celosías, sino también en los jarrones, uno de los productos cerámicos más adquiridos a día de hoy y que, además, al ser complementados con flores, ofrecen una imagen tan espectacular como la que estábamos intentando conseguir.
Cuando llegó la crisis económica en el año 2007, una de las peores que hemos padecido en el último siglo, mucha gente pensó que este sector incluso podría verse abocado a la extinción. Eran tiempos oscuros y en los que las malas noticias afloraban por todos los costados de nuestra vida. Sin embargo, la realidad que ha venido tras la crisis ha sido totalmente diferente a lo que quizá esperábamos. El sector no solo se ha recuperado por completo, sino que está mejorando los números que existían antes de la llegada de esa crisis. Sin duda, es algo muy importante y que habla bien del trabajo, de las empresas y de los profesionales del sector.
Y lo mejor de todo es que todavía queda un margen de mejora considerable. Un margen que, sin duda, vamos a alcanzar más pronto que tarde. Tiempo al tiempo.