Certificar, una manera que tienen las empresas de potenciar su imagen

En ocasiones, somos muy críticos con las empresas españolas por diversos motivos y les echamos la culpa de que nuestro país no sea un ente tan competitivo como sí lo son algunos de nuestros socios europeos, pero esta actitud no es la más justa ni la más correcta. Las empresas de nuestro país también tienen proyectos que son de lo más interesantes y que no solo tiene que ver con el hecho de proporcionar un servicio de calidad, sino también con hacer posible que los trabajadores y trabajadoras se encuentren lo más cómodos y cómodas a lo largo de su jornada laboral. A fin de cuentas, eso genera el ambiente necesario para que cada persona sea tan eficiente como se espera de ella.

Las empresas españolas están cambiando a una velocidad muy grande y lo cierto es que eso es de agradecer. Gracias a ello, están consiguiendo proporcionar mejores servicios, elaborar mejores productos y garantizar una mayor estabilidad entre sus plantillas. Y eso es lo que está relacionando a estas entidades con una mayor calidad en prácticamente todos los sentidos. Este es siempre el primer paso para ser competitivas en un mercado internacional en el que España se está dejando ver cada vez más, dejando claro que nuestro país tiene un gran peso dentro de la Unión Europea y que quiere ocupar el lugar que merece y que le corresponde.

Hay muchas maneras de apostar por una mejor calidad en lo que respecta a la actividad que una empresa desempeña y a través de la cual vive. No solo hay que procurar disponer de los mejores servicios y productos, sino que también es necesario hacer posible la existencia de una política de responsabilidad social corporativa en la que el cuidado por el medioambiente, por ejemplo, tenga un papel importante. Y es que no cabe la menor duda de que la Tierra necesita la ayuda de todas las entidades que operan en su suelo para intentar que su salud no se degrade aún más de lo que ha venido degradándose de un tiempo a esta parte.

De acuerdo con una noticia publicada recientemente en el portal web del diario Expansión, existe una amplia representación española entre las empresas más comprometidas con la sostenibilidad. En concreto, eran 15 las empresas españolas que se encontraban entre las que más destacan de todo el mundo en este sentido. Esto habla muy bien de nuestro país y no cabe la menor duda de que hay que hacer todo lo posible por aumentar ese número en los próximos años. La imagen que estamos dando a nivel internacional es espectacular en este sentido y la verdad es que eso contribuye al éxito que nuestras empresas están cosechando tanto dentro como más allá de nuestras fronteras.

Pero ser una empresa de calidad no solo tiene que ver con el cuidado del medioambiente. También hay que apostar por otro tipo de proyectos que contribuyan sensiblemente a la mejora de nuestra sociedad. Uno de ellos es el de la paridad, el de la igualdad en el trabajo. Hablamos de una cuestión que, aunque ha sido objeto de debate, está claro que ha existido tanto en España como en otros muchos países. Por un mismo trabajo, al hombre se le ha solido pagar más que a la mujer. Y, por los mismos conocimientos, se ha apostado antes por un hombre que por una mujer para ostentar un cargo directivo. Por suerte, esto está dejando de suceder y eso es digno de celebración.

En una información a la que hemos tenido acceso gracias al portal web oficial de La Moncloa se indica que el Gobierno acababa de aprobar medidas para garantizar la igualdad entre las mujeres y los hombres en el ámbito laboral. Sobre todo, la noticia hacía referencia a eliminar las diferencias en materia retributiva y a la ejecución de los planes de igualdad de cada entidad en concreto. Ni que decir tiene que este tipo de cuestiones es básica para conseguir que la igualdad sea tan real como la vida misma en el seno de cada empresa. Hay que normalizar una igualdad que debería haber existido siempre y que, sin duda, hace posible que el ambiente entre las personas que conforman una plantilla sea inmejorable.

Una de las mejores maneras de hacer posible que una empresa cuente con una reputación de primera es que no solo ejerza todo tipo de proyectos para mejorar sus productos, sus servicios, el ambiente entre las personas que forman parte de ella o su colaboración con la sociedad en diferentes puntos. Certificarse es siempre una de las maneras más efectivas de potenciar nuestro nombre y todas y cada una de nuestras acciones y, de hecho, según lo que nos han indicado en una reciente charla los y las profesionales de EFC Spain, empresa certificadora para la industria o los servicios, la certificación de calidad es una de las cuestiones por las que suspiran muchos negocios de todo tipo de sectores.

España dispone de cada vez más empresas certificadas 

Nuestro país, como ya hemos comentado más arriba, está creciendo en todo lo que tiene que ver con la certificación de negocios de todo tipo. Y esa es una buena noticia, porque hace ver que la conciencia que existe en relación a la necesidad de proporcionar un buen producto o servicio, además de colaborar en el cuidado del medioambiente o en lo que respecta a garantizar la igualdad entre los trabajadores y las trabajadoras ha crecido de una manera para nada desdeñable en el interior de nuestro país. Podemos haber criticado por muchas razones a los negocios españoles, pero está fuera de toda duda ese deseo de mejorar del que vienen haciendo gala con cada vez más asiduidad.

Esto nos está haciendo más europeos, sin duda. Y esto es lo que también está haciendo posible que la competitividad de nuestros negocios sea mucho más real ahora que en ningún otro momento de la Historia. Eso se está notando en los resultados que vamos obteniendo y en los beneficios. De hecho, son muchas las empresas que han obtenido en este año su récord de beneficios o de facturación. Eso sucede por algo y se debe al trabajo que muchas de las empresas vienen haciendo para conquistar una mejor calidad en sus productos, servicios y también en su día a día, una cuestión muy ardua pero que merece la pena.

Debemos continuar caminando por el sendero en el que nos encontramos ahora. La Unión Europea está reconociendo los esfuerzos de las empresas españolas en las materias que estamos indicando y eso es un espaldarazo tremendo para nuestras entidades en el mercado internacional. Si nos mantenemos en esta situación, estamos seguros de que las empresas que ya gozan de una cierta competitividad a nivel internacional van a seguir creciendo y que las que aspiran a convertirse en referencias a nivel europeo dentro de su sector van a ver incrementadas las posibilidades de cumplir con su propósito. El resultado será un futuro mejor para nuestro país y su gente. La prosperidad que tanto deseamos conseguir.

Durante muchas décadas, ha dado la sensación de que España era el hermano pequeño de las grandes potencias de nuestro continente. Nos sentíamos inferiores a Alemania, a Francia, al Reino Unido e incluso a un país que se parece algo más a nosotros como Italia. Teníamos la necesidad de sacudirnos esa presión y la verdad es que lo hemos conseguido gracias a aspectos como los que hemos ido destacando a lo largo de todo este artículo. Ahora sabemos que somos un hermano más, pero no el pequeño. Y eso nos tiene que servir para colocar a nuestras empresas en el lugar que se merecen en el mercado europeo.

Como ocurre con todo en esta vida, no nos podemos conformar con lo que tenemos. Hay que aspirar a más cosas e ir adaptándonos a los tiempos y a las legislaciones que se vayan emitiendo desde las instituciones públicas. Eso es lo que nos conferirá la mejor de las imágenes tanto entre nuestros propios empleados como entre todas las personas que forman parte de nuestro público objetivo. Cada año, las empresas gastan un dineral en publicidad, pero una de las mejores maneras de obtener un reconocimiento grande por parte de la sociedad es poner en práctica algunas de las cuestiones de las que hemos venido hablando a lo largo de todos estos párrafos.

Las empresas, a fin de cuentas, hablan por sí mismas y definen cómo es la sociedad de un país. Son un reflejo de las personas que viven en esa tierra. Por tanto, que nuestras empresas intenten ofrecer lo mejor para clientes y empleados cada día servirá para que todo el mundo sea mejor persona. Y así es como una sociedad va progresando y cumpliendo objetivos que son comunes y que van a proporcionar una mejor calidad de vida a hombres, mujeres y niños de todos los tipos. ¿No creéis que merece la pena vivir en una sociedad así?

 

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