Si vas de vacaciones a la República Dominicana, una de esas visitas que no puedes pasar por alto es ir a la Isla de Saona. En el extremo sureste del país. Una isla de playas y selva, que descubre, ante tus ojos, el Caribe en estado puro.
Aunque puedes quedarte a pernoctar allí, Saona no es un destino turístico. Más bien es una excursión especial. Una de esas actividades que hace que tus vacaciones sean inolvidables. Esta pequeña isla, de poco más de 100 Kilómetros cuadrados, se encuentra frente a las costas Bayahibe, en la provincia de Altagracia. A 140 Km de Santo Domingo y 70 de Punta Cana.
En Saona solo hay dos núcleos poblacionales, en los que viven alrededor de 500 personas: Mano Juan, un pueblo de pescadores, y Playa Catuano, una base militar del ejército. Todo lo demás son playas de arena blanca, aguas turquesa, arrecifes de coral, manglares y selva tropical. La isla pertenece al Parque Nacional de Cotubanamá.
Un sitio especial si quieres disfrutar de la naturaleza, dejarte seducir por sus encantos y, cómo no, tumbarte bajo el sol caribeño y darte un buen baño en sus cálidas aguas.
En Saona el tiempo pasa despacio. Pero eso no es un pesar, es una bendición de Dios. La exuberancia natural y el clima te acunan, como una madre entre sus brazos, adormeciéndote agradablemente y entregándote al placer de disfrutar de no hacer nada. De no hacer nada productivo, se entiende, pues tus ojos no pararán quietos intentando captar todas las maravillas que el entorno te ofrece.
La isla de Saona encarna ese Caribe que querías encontrar cuando planificaste tus vacaciones. Ese que tal vez no has terminado de hallar en tu lugar de destino, puesto que el sitio donde se encuentra tu hotel lo ves un poco masificado. Por eso, si vas a República Dominicana, no puedes dejar de visitar la isla Saona. Esa visita es la que puede constatar que tus sueños son realidad.
Saona en la historia.
Cristóbal Colón llegó a Saona en el segundo de sus viajes, el 14 de septiembre de 1494. Bautizó la isla como la Bella Savonesa, en honor al marino italiano Miguel Da Cunio, originario de Savona, quien le advirtió que se trataba de una isla independiente de La Española, actual Santo Domingo, lugar al que se dirigía el descubridor.
De Savonesa con el tiempo se quedó en Savona, y para distinguirla de la ciudad italiana, acabó recibiendo el nombre de Saona.
Hasta la isla llegó el cacique indígena Cotubanamá, huyendo de las matanzas sobre la población nativa, que estaba ejecutando Don Nicolás de Ovando, virrey de la Española, a principios del siglo XVI. Allí se escondió en una cueva en el sur de la isla, hasta que fue descubierto y asesinado por los soldados.
En el siglo XX, el dictador Leonidas Trujillo tomó la isla bajo su propiedad exclusiva y la de su familia. Se dedicó a la explotación de los cocoteros de la ínsula y a otros negocios como el de la ganadería extensiva. En 1944 construyó el poblado de Mano Juan, hoy capital administrativa de la isla, lugar donde se alojarían las 14 familias que trabajaban en sus negocios. Hasta la isla también fueron deportados numerosos disidentes políticos. Quienes, en cierta manera, realizaban trabajos forzosos en las explotaciones del dictador. El resto de la isla, la parte que no estaba cultivada, constituía un coto privado de caza.
En 1975, el presidente Joaquín Balaguer creó por decreto el Parque Nacional de Cotubanamá, eliminando el poder exclusivo de la familia Trujillo sobre la isla, en un intento por desmarcarse de la dictadura en la que inició su carrera política.
¿Qué ver en Saona?
Basándose en una excursión realizada por ellos mismo, los redactores del blog Viajeros Callejeros nos proponen una interesante ruta por la isla.
El barco te lleva a Saona, te deja en Mano Juan. Puedes aprovechar la ocasión para darte una vuelta por el pueblo. Recorrer sus calles, visitar sus tiendas o ir a la playa mientras haces tiempo para comer un sabroso pescaito frito en alguno de sus restaurantes.
Cerca de Mano Juan hay una preciosa laguna frecuentada por flamencos y a media hora andando tienes dos de las playas más bonitas de la isla: El Canto de la playa y la Playa del Toro.
En el mismo pueblo hay un Centro de Recuperación de Tortugas Marinas, conocido como “El Santuario de las Tortugas”, que puedes visitar en horario de apertura al público. El centro se dedica a la conservación de algunas especies de tortugas en peligro de extinción, entre las que se encuentran la tortuga verde, la tortuga carey y la tortuga tinglar, que suelen acudir a las playas de la isla para desovar.
En el otro extremo de la isla se encuentra la Cueva de Cotubanamá. La cueva donde se escondió el cacique taíno huyendo de la persecución de los españoles. En esa cueva puedes ver restos de arte rupestre indígena. A la cueva se llega a través de un camino de tierra que sale de Playa Catuano.
Se te gusta el submarinismo o el snorkel puedes ver los arrecifes de coral de Caballo Blanco. Uno de los lugares más espectaculares de la isla. Un arrecife pegado a la costa por la que transitan miles de peces tropicales y donde puedes tener la suerte de cruzarte con una manada de delfines o de tortugas. Junto al arrecife se encuentran los restos de un galeón español del siglo XVII que naufragó en aquellas aguas.
Otro de los espectáculos naturales que no te puedes perder son los manglares. Abundantes en varias zonas de la isla. Grupos de árboles y arbustos resistentes a la sal marina, que se extienden hasta la costa y dejan descansar sus ramas sobre ensenadas de agua en calma.
Gran parte de la isla está cubierta por selva tropical donde abundan las áreas de bosque salado, con especies de árboles resistentes a la sal como el mangle rojo, el mangle negro y el mangle botón. Entre las especies animales que puedes encontrar en esta selva se encuentran la iguana, la cotorra verde y el murciélago pescador.
Otro de los lugares emblemáticos de Saona es La Laguna Azul. La piscina natural marina más grande del mundo, situada a 400 metros de la costa. Un área de agua en calma, en mitad del mar, saturada de peces tropicales y que se hizo mundialmente famosa porque allí se rodó en 1980 la película “El Lago Azul” protagonizada por una jovencísima Brooke Shields.
Cómo llegar a la isla de Saona.
Melina S., una turista británica, cuenta que llegó a Saona gracias a una excursión organizada por Saona Island Stars, una empresa que lleva organizando excursiones guiadas en grupos reducidos a Saona desde Punta Cana, desde hace más de 25 años. Señala que la experiencia fue memorable, entre otras cosas porque iban acompañados por un guía local que les iba comentando los detalles de la isla.
Son muchos los paquetes turísticos para viajeros que se alojan en Santo Domingo o en Punta Cana que suelen incluir una excursión de este tipo. Siempre en grupos poco numerosos. Ya que la isla es una reserva natural protegida y no interesa que se masifique.
Si quieres viajar por libre, también tienes la opción de hacerlo. Desde el puerto de Bayahibe sale todos los días un barco público a las 9 de la mañana y regresa a las 2 del mediodía.
La relación de Punta Cana con Saona.
Un lugar indisolublemente unido a la isla de Saona es la playa de Punta Cana, en la Isla de Santo Domingo. De allí parten la mayor parte de excursiones y lanchas privadas que te llevan a Saona. En palabras de la web turística, Pin & Travel, es un lugar que deja una huella imborrable en el corazón por sus playas paradisiacas, sus rincones naturales y su cultura.
Punta Cana es uno de los destinos más contratados en todo el mundo para celebrar la luna de miel. Hasta su costa se desplazan millones de parejas de recién casados todos los años. Así como familias y grupos de amigos.
Desde un punto de vista geológico, Punta Cana tiene muchas similitudes con la isla de Saona. Playas de arena blanca, bosques tropicales, arrecifes de coral. No es raro que esto suceda. Las inmediaciones de Punta Cana, al igual que Saona, forman parte del Parque natural de Cotubanamá, antes conocido como el Parque Nacional del Este. Es como recorrer toda la costa mediterránea, desde Cabo de Gata al Golfo de Rosas, donde encuentras rincones con un asombroso parecido, a pesar de que pertenezcan a diferentes provincias y comunidades autónomas.
Sin embargo, Punta Cana sí que es un sitio de turismo masificado. Las principales cadenas hoteleras internacionales tienen hoteles en la zona. Esto tiene su lado positivo, en cuanto a que tienes toda una amplísima gama de servicios a tu alcance, y su lado negativo. Tal vez demasiada gente.
Por esta razón, hacer una excursión a la isla de Saona, mucho más tranquila, es el complemento perfecto para tus vacaciones en la República Dominicana.