Elegir centro de formación

La formación académica es esencial para la vida. No solo para poder acceder a un buen puesto de trabajo como se suele creer, también resulta importante a nivel personal. Adquirir conocimientos por el mero placer de aprender y saber más, enriquece tanto a la parte intelectual como a la persona. Sin embargo, lo habitual es estudiar por obligación y no por gusto. La sociedad impone una formación básica y elemental y, a partir de ahí, cada quien decide por donde seguir su camino. En consecuencia, disponemos de diversos tipos de formaciones y centros de estudio, una vez finalizada la esta escolar obligatoria.

Es posible estudiar un ciclo formativo, acceder a estudios superiores u optar por formaciones no regladas pero igual de interesantes. Por suerte, para aquellos que disfrutan del aprendizaje, las opciones son muy numerosas. Para los que no disfrutan tanto pero quieren tener el conocimiento necesario para valerse en la vida, también. Tan solo hay que tomar la elección correcta o adecuada para cursar los estudios que se quieren cursar.

La elección puede ser en extremo fácil y sencilla si se sabe lo que se quiere o, por el contrario, complicarse en gran medida por diversos factores. En este artículo, pretendemos facilitar la toma de este tipo de decisiones. Como nos cuentan desde Tecno Inte, como centro de formación, existen una serie de factores que se pueden considerar a la hora de escoger el centro de formación. Como sucede con la formación universitaria, conviene tener algún criterio y conocer las opciones que ofrece un centro de formación, se trate de uno privado, de formación profesional o universitario.

Elegir un centro adecuado para cursar una formación, resulta algo más trascendental de lo que pueda parecer. El lugar en el que se reciba la formación, así como el profesorado o la metodología de estudio, va a marcar la diferencia en el futuro profesional de cualquier estudiante.

Oferta formativa diversa y variada

Como bien sabemos, en la actualidad, nos encontramos con una oferta formativa de lo más amplia y variada, por lo que encontrar aquella opción que más se adapte a nuestras necesidades, posibilidades y objetivos, resulta indispensable. Tomando la decisión acertada, se asegura un aprendizaje de calidad y un mejor desarrollo de las habilidades competitivas de cara al mundo laboral.

Tanto la calidad de la enseñanza como la metodología que se aplique y la implicación del profesorado, unida a la capacidad del propio centro educativo a la hora de relacionarse con el tejido empresarial con objeto de ofrecer prácticas de empresa, son relevantes. Por lo que llegado el momento de valorar las opciones, conviene tener en cuenta algunos aspectos y profundizar en ellos.

Existen tantos centros de formación como estudios, aunque existen una serie de factores que definen la mejor opción posible. La primera de ellas es que ofrezcan titulaciones oficiales. Este es uno de los aspectos que se tiene que considerar en primera instancia. La oficialidad de los programas de estudio que ofrezca el centro es fundamental, puesto que esta titulación, es la que garantiza que la formación que se va a recibir cumple con los estándares que ha establecido el Ministerio de Educación. Este aspecto no solo asegura que nos encontremos ante una educación de calidad, al mismo tiempo, facilita el reconocimiento del título a nivel nacional e internacional. En otras palabras, la certificación oficial, constituye un sello de confianza y prestigio capaz de abrir muchas puertas de cara a entrar en el mundo laboral.

Por otro lado, hay que conocer la metodología empleada por el centro para enseñar a sus alumnos. Que se trate de una metodología activa e innovadora, ayuda a fijar los conocimientos adquiridos. Los centros en los que abogan por acercar a los alumnos al sector productivo, haciéndole saber que se encuentran en un centro que hace uso de una metodología activa, empresarial y dinámica, son más adecuados en todos los sentidos. Contar con una educación que proponga la adquisición de conocimientos mediante dinámicas de trabajo en grupo e interacción social, es favorable. Es decir, decantarse por un centro que proponga una metodología basada en el saber hacer, apoyando el trabajo en la resolución de casos reales o simulados, a partir de los cuales los alumnos, elaboran contenidos con los que poner en marcha los diferentes procedimientos en las empresas.

Los centros que marcan la diferencia, ofrecen un trabajo directo en lo que respecta a las competencias profesionales y sociales, en lugar de solo las técnicas. Las empresas actuales, demandan más ese tipo de competencias, conocidas como “soft skills”, por lo que los centros que preparan a sus alumnos para realizar el trabajo en equipo y trabajar su comunicación, resiliencia y liderazgo, cuentan con un plus añadido que conviene tener muy en cuenta.

Además, cuando los centros disponen de acuerdos con empresas punteras para realizar prácticas, ofrecen un trampolín para acceder al mundo laboral. Conocer y tener en cuenta la red de contactos con la que cuenta el centro formativo, resulta crucial para elegir. Un centro que cuente con vínculos sólidos en el tejido empresarial, podrá ofrecer a sus estudiantes oportunidades únicas en lo que a prácticas respecta, así como la participación en proyectos colaborativos. Esto puede conllevar la empleabilidad directa una vez que la formación termine. Dichas conexiones, permiten a los estudiantes aplicar los conocimientos adquiridos en un entorno laboral real, además de facilitar la transición al mercado laboral, aumentando de forma notable sus posibilidades de acceso al empleo. Por lo que resulta indispensable que el centro de formación elegido, cuente con buenos convenios de colaboración con empresas fuertes y sólidas.

El equipo docente debe estar capacitado

Sin duda, los aspectos previamente citados, resultan indispensables de valorar para poder elegir el centro más adecuado. Aunque no podemos dejar a un lado lo concerniente al personal del centro y la metodología de estudio. De poco o nada nos sirve encontrar un centro de formación con todo tipo de adelantos e instalaciones modernas y un convenio de prácticas impresionante, si el profesorado es insustancial, esta poco capacitado y la metodología no se aplica como es debido. La interacción entre profesores y alumnos y, alumnos con alumnos, resulta imprescindible a la hora de activar el pensamiento crítico, la capacidad de comprensión y el razonamiento. De esta manera se adquieren las competencias profesionales, personales y sociales necesarias para afianzar la madurez y prepararse para acceder al mercado laboral.

Decantarse por un centro de formación en el que todos los profesores son verdaderos profesionales en activo, o se encuentran en posiciones cercanas a un entorno laboral, resulta más que interesante. Esta situación permite que los mismos docentes, adecuen las clases a la realidad empresarial, dando a los alumnos la formación e información sobre lo que realmente necesitan y piden hoy, las empresas.

Esto nos lleva a la cuestión de las tutorías y el seguimiento personalizado de cada alumno. Cuando en un centro de formación, el trato es cercano, debido a los grupos que tienden a ser más reducidos, se posibilita la interacción entre el profesorado y los alumnos. Esto permite establecer una relación más próxima que acerca a los alumnos al éxito, puesto que acompañan a los alumnos a lo largo de todo el proceso formativo, ayudando en todo lo necesario para que superen las asignaturas.

En lo que respecta a las modalidades de estudio, en la actualidad, la mayoría de los centros se adaptan a las necesidades del alumnado, ofreciendo diversas modalidades para que puedan llevar a cabo sus estudios. Por lo tanto, a la hora de elegir un centro de formación, hay que buscar el que ofrezca la modalidad que mejor se adapte a las necesidades concretas de cada situación. Desde los convencionales estudios presenciales hasta la formación a distancia, deben proporcionar la misma calidad y garantía de enseñanza práctica. Algunos centros incluyen modalidades semipresenciales con la finalidad de adaptarse a cada situación.

Por último, hay que tener en cuenta la ubicación y las instalaciones. Encontrar el centro de formación que disponga de una buena ubicación respecto del alumno y diferentes formas de acceso, en transporte público, particular, a pie…para facilitar el acceso desde cualquier lugar. Así como que dispongan de las instalaciones adecuadas para proporcionar la formación necesaria, incluyendo actividades prácticas si es necesario.

En definitiva, a la hora de elegir un centro de formación, no pueden dejarse de contemplar los factores propuestos. Encontrar un centro de formación que ofrezca los estudios pretendidos y cuente con todo tipo de facilidades para acceder a ellos, además de contar con un buen equipo docente, resulta indispensable para que los estudios culminen con el éxito deseado. Para ello hay que tener en cuenta los aspectos reseñados, empezando por que ofrezcan titulaciones oficiales, cuenten con una metodología de estudios activa e innovadora, se centre en preparar en todo lo relativo a las competencias transversales y tenga los acuerdos y convenios más acertados para colocar a sus alumnos en las empresas más potentes para realizar las prácticas necesarias.

Sin embargo para encontrar el centro adecuado, lo esencial es saber el tipo de estudios que se quieren cursar, la rama y la formación que se quiere recibir. Una vez con esto claro, aplicando los criterios propuestos, la elección, resultará más sencilla.

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