Ya puedes alquilar por internet las máquinas que necesitas para cuidar a un dependiente.

Cuidar a un enfermo crónico o a una persona dependiente en casa requiere tiempo y medios. Por muy bien que esté el enfermo en casa, su casa no es un hospital. No está acondicionada como tal. Por lo que la familia tendrá que invertir en muebles adaptados y máquinas para poder atenderlo. Ahora, muchos de estos medios se pueden alquilar por internet.

Todo esfuerzo es poco para cuidar a un ser querido que está enfermo. Eso es así, pero las familias deben ser conscientes de que esta situación va a implicar un gasto importante para ellos. Un gasto que deberán presupuestar y planificar para que no desestabilice las finanzas familiares.

Los gastos más importantes de cuidar a una persona dependiente en casa son la atención personalizada y los medios.

Juana, una señora de Castilla-La Mancha que cuidó a su marido con alzhéimer hasta que no pudo hacerse cargo de él, por cómo había evolucionado la enfermedad, dedicaba la mayor parte del día a atender al enfermo. Para ella no supuso un esfuerzo económico extra, era ama de casa. Lo que sí representó fue un cambio drástico en sus tareas diarias. Juana podía atender a su pareja enferma porque trabajaba en casa. Si trabajara fuera, la familia tendría que haber contratado a un cuidador profesional. Alguien que por el nivel de dedicación que requería el enfermo, supondría el pago de un sueldo.

Aun así, tuvo que hacer cambios de mobiliario. Sustituir la bañera por un plato de ducha para poder asear al dependiente y colocar una baranda en la cama para que no se cayera por la noche.

Otras enfermedades que implican una menor movilidad física requieren máquinas y mobiliario especial como camas abatibles y grúas para levantar al enfermo. Elementos que, en ocasiones, la familia está obligada a comprar. Por suerte, muchas empresas del sector alquilan estos artículos, y algunas de ellas lo hacen por internet. Con cuotas que son manejables para la familia.

Todo lo que suponga un ahorro, sin prescindir de ningún servicio, supone mejores condiciones para cuidar del enfermo.

El trabajo del cuidador.

Como hemos dicho antes, uno de los principales gastos para la familia es contratar a un cuidador. Una persona que está pendiente del enfermo todo el día o el tiempo que la familia no puede atenderlo. En algunos casos, el cuidador es un interno. Alguien que vive en casa.

Como nos cuenta la web de la Universidad de La Rioja, el puesto del cuidador es un trabajo cualificado. Alguien que tiene conocimientos sanitarios y que puede atender al enfermo en su situación actual. Dependiendo de las características y de la gravedad de la enfermedad, se puede requerir alguien más o menos formado, en ocasiones la mejor cuidadora es una enfermera. De todos modos, el profesional en el que delegamos el cuidado de nuestro familiar, debe tener conocimientos de geriatría y de enfermería.

Está quedando atrás aquella época en la que contratábamos a alguien que nos saliera económico para cuidar de nuestro familiar. Aunque para ejercer como cuidador no se requiere un título, las familias tienen en cuenta cada vez más la formación y la experiencia del candidato. Sobre todo cuando se trata de enfermedades delicadas.

Otros de los atributos valorados en los cuidadores son la empatía y la paciencia. Debe conectar con el enfermo y comprender como se siente. Además de prodigarle cuidados sanitarios, deberá asistirlo en las tareas diarias y por momentos representará su soporte emocional. Un perfil profesional y una manera de ser bastante específica y difícil de encontrar.

Cómo debe ser la casa de un dependiente.

Cómo ya hemos dicho, nuestra casa no es un hospital. Ninguna casa lo es. Por lo que si en ella vive una persona dependiente habrá que adaptarla para poder atenderlo. La transformación de la casa va más allá del cuidado sanitario. Habrá que configurarla de tal manera que el enfermo pueda llevar una vida lo más normal posible, dentro de sus limitaciones.

El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales publicó una guía que nos puede servir de orientación para adaptar la vivienda a las nuevas circunstancias.

Como regla general priman los espacios diáfanos. Con superficies amplias por las que poder moverse. Sin muebles, ni objetos que puedan obstruir el paso. Los suelos deben ser lisos y antideslizantes, y la casa, lo más iluminada posible, tanto de día como de noche.

Es recomendable proteger las esquinas de los muebles con algún tipo de acolchado y utilizar algún tipo de automatismo para correr las cortinas y bajar las persianas a distancia. Si la persona lleva silla de ruedas, los marcos de las puertas y los pasillos deben ser lo suficientemente anchos como para que pueda pasar por ellos.

Algunas habitaciones de la casa requieren una atención especial, como el dormitorio, el baño y la cocina.

En el dormitorio, la cama debe estar separada de la pared. Con espacio suficiente para poder moverse a los dos lados y dar la vuelta a la cama. Si la persona pasa gran parte del día tumbado, es recomendable colocar una cama abatible, como la de los hospitales. El colchón, en este caso, deberá ser anti-escaras, para evitar ulceraciones. Al lado de la cama podemos colocar un sillón, para que se siente en él el cuidador, igual que sucede en un hospital.

En el baño, siempre es recomendable cambiar la bañera por un plato de ducha con suelo antideslizante. Con la posibilidad de poder colocar una banqueta de plástico para facilitar el aseo del enfermo y con espacio para que el cuidador entre dentro si lo necesita. La puerta del baño debería abrirse hacia afuera, para poder desmontarla en caso de urgencia.

La cocina debe planificarse para que le sea útil al dependiente. Aunque no haga la comida, es habitual que vaya allí para beber agua o, por ejemplo, para coger una pieza de fruta.

Máquinas y muebles que puede necesitar el dependiente.

Este mobiliario depende de la enfermedad concreta del dependiente. Aun así, estas son algunos de los elementos específicos que más se suelen utilizar:

  • Camas articuladas. Las camas articuladas son camas con un somier de diferentes posiciones, que permiten al enfermo incorporarse para leer, ver la televisión o comer, o levantar las piernas para facilitar la circulación de la sangre. Son como las camas de hospital, con un mando a distancia desde el que se manipulan los movimientos del somier. Estas camas tienen una baranda para evitar que el enfermo caiga al suelo por la noche. Hay camas articuladas fijas y camas articuladas con ruedas. Estas últimas permiten trasladar al enfermo al salón, en los casos en los que no pueda levantarse de la cama.
  • Grúas de transferencia. Estas grúas facilitan levantar al enfermo en vilo para sacarlo de la cama y sentarlo en una silla de ruedas o para cambiarle el pañal, en caso de que no pueda controlar los esfínteres o acudir al baño. Son máquinas móviles, con ruedas, que facilitan el trabajo del cuidador y resultan cómodas para el enfermo. La grúa de bipedestación permite colocar al enfermo de pie, en una posición cómoda para cambiarle la ropa o el pañal.
  • La silla de ruedas. Cuando un enfermo va a pasar bastante tiempo en una silla de ruedas, las características de esta silla son fundamentales. Deben tener un ancho y una profundidad en el asiento adecuados. Para que no resulten incómodas para el usuario. Han de permitir una postura correcta, que no castigue la espalda del enfermo y deben ser fáciles de operar y manipular. Con posibilidad de plegarlas para trasportarlas en un coche.

Alquiler de maquinaria por internet.

Estos y otros elementos necesarios para cuidar un enfermo se pueden alquilar por internet.

Cristina Chacón cuenta que alquiló una cama articulada a Cuidaria, una empresa sevillana, con más de 9 años de antigüedad, que se dedica a la venta y alquiler de maquinaria para atención domiciliaria a enfermos. Desde hace unos años también lo hace por internet. Cristina cuenta que lo necesitaba para poder atender a un familiar, que había quedado convaleciente después de un accidente.

Son varias las empresas de este tipo que operan por internet. El alquiler de estos artículos funciona como un leasing. El usuario firma un contrato, sin límite de tiempo con opción a compra.

Durante el tiempo que usa la máquina debe pagar una cuota mensual a la empresa que se lo alquila, comprometiéndose a mantener el artículo en buen estado. Si pasado un tiempo ve que el objeto va a ser necesario, puede plantearse la compra, descontando del precio final una parte de las cuotas mensuales pagadas en concepto de anticipo de compra.

Esta es una solución interesante para las familias de los enfermos. Primero porque les posibilita utilizar maquinaria especializada sin necesidad de comprarla y segundo, porque en el caso de que se dispongan a adquirirla, el precio le sale menor. Todo con la comodidad de gestionarlo online.

El alquiler de estas máquinas por internet es una buena noticia para los familiares de enfermos y dependientes.

 

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