Los barrios de los toldos.

Si hay un elemento que unifica todos los barrios obreros y populares del país, esos son los balcones con toldos verdes. Hoy la variedad de colores y modelos de toldos es mayor que hace 40 años, de todos modos, el verde continúa siendo el color predominante.

Se dice que viajar es el mejor antídoto contra el chovinismo provinciano. Esa idea que tenemos de que nuestro pueblo es el mejor del mundo. A poco que viajemos a otra ciudad y nos salgamos de los circuitos oficiales para turistas, que suelen coincidir con el centro, nos daremos cuenta de que las barriadas que nos encontramos por el camino no son tan diferentes a las de nuestra localidad.

Los bloques de pisos en altura, los parques con zona de juegos para los niños, los bares en los bajos de los edificios y, por supuesto, los balcones con toldos verdes.

Gran parte de esos toldos fueron instalados en la misma época. En el periodo que transcurre entre los años 60 y 90 del siglo pasado. Detrás de esos toldos se escoden historias que nos resultan familiares. Trabajadores que provenían del campo y emigraron a la ciudad. Familias con dos o tres hijos, donde algunos de ellos estudiaron en la universidad, abriendo un precedente en una familia en la que como mucho se había llegado al bachiller. Otros hijos, terminan haciendo, sino el mismo, un trabajo parecido al que realizó el padre. Y una vida repleta de planes e ilusiones de las que algunas se cumplieron y otras quedaron en el tintero.

Esos toldos verdes, sospechosamente parecidos, forman parte del paisaje urbano de nuestras ciudades. De las imágenes de la ciudad que no sale en las postales, pero que configuran el escenario real en el que viven sus habitantes.

Toldo verdes.

El arquitecto e investigador Pablo Arboleda, junto con el fotógrafo Kike Carvajal, acaban de publicar un libro de fotografía llamado “Toldos verdes”, que pretende dejar testimonio de este elemento que caracteriza la arquitectura de los barrios obreros españoles.

Para ello, los autores han recorrido los barrios de  Madrid, fotografiando fachadas de bloques de vivienda.

Dice la página web de La Casa del Libro que esta obra deja testimonio de la influencia que sobre la arquitectura actual dejaron los movimientos migratorios interiores que tuvieron lugar durante el desarrollismo franquista. En las décadas de los años 50 y 60. Y que configuraron, en gran medida, la morfología de nuestras grandes ciudades.

Con la industrialización del país en aquella época se produce un flujo migratorio sin precedentes del campo a la ciudad. Se calcula que en la década de los 60, más de 3 millones de españoles emigraron a las ciudades.

Las zonas más industrializadas: Madrid, Cataluña, País Vasco y Asturias, acogieron gran parte de esa emigración interna. Pero también lo hicieron en menor medida las zonas litorales como Valencia, Alicante y Mallorca. Algunas ciudades que se erigieron como focos de desarrollo industrial absorbieron la población rural de su provincia y de las provincias vecinas. Como Zaragoza, Valladolid, Vigo, Málaga y Sevilla.

Para alojar a esta nueva población, se construyeron edificios de bloques de pisos en el extrarradio de las grandes ciudades y en las localidades colindantes. Formando las áreas metropolitanas.

Estos nuevos urbanitas, que se habían criado en casas de pueblo, donde tenían su patio y su corral, se vieron encerrados en pisos, cuya única salida al exterior era un balcón, al que gran parte del día daba el sol. Colocarle un toldo era fundamental para aprovechar aquella parte de la casa y para que el sol no recalentara la puerta de salida a la terraza, colocada, por lo general, en el comedor.

Ramón, que regenta un negocio familiar de fabricación de toldos en Madrid, contó al telediario de la 1, que aquel fenómeno les sobrepasó. En unos pocos años vendían 5 veces más toldos que en los años anteriores.

La variedad de telas para fabricar los toldos era bastante inferior a la actual. Apenas había tres colores donde elegir. De entre ellos, el verde fue, con diferencia, el más utilizado.

Para elaborar este libro, Pablo Arboleda y Kike Carvajal se han recorrido los barrios de la periferia de Madrid, pero podrían haberlo hecho con los de cualquier otra ciudad  de España y el resultado no hubiera sido muy distinto.

Muchas más opciones.

Hoy, para instalar un toldo, tenemos muchas más opciones de las que tuvieron nuestros abuelos.

Para los toldos telón, o toldos estores, que son la mayoría de los que nos encontramos en los balcones antiguos de los pisos construidos en los años 60 y 70, disponemos de más colores que el verde. Tenemos rojos, azules, granates, blancos, a listas… Estos toldos se enrollan en el techo del balcón y se fijan con un brazo que se ajusta a la barandilla.

Los toldos punto recto, parecidos a los anteriores, se despliegan pon medio de dos barras clavadas a la fachada del edificio. Estas barras dotan de máxima tensión a la lona y son bastante resistentes al viento. Se utilizan para cubrir ventanas.

El toldo monobloc cuenta con un brazo articulado que estabiliza el toldo y que da una gran estabilidad a la estructura. Este, suele ser un toldo rectangular que suele desplegarse recto y que se utiliza para dar sombra a áticos y patios.

El toldo capota o marquesina es un bonito elemento decorativo que despliega la lona en ¼ de círculo, creando un ángulo de 90 grados respecto a la fachada. Forma una especie de caperuza. Como la capota de los cochecitos de bebé. Se utilizan, sobre todo, para dar sombra a ventanas y balcones pequeños.

El toldo cofre es un toldo recto que dispone de un brazo articulado y que una vez plegado queda recogido por un cajón de aluminio. El toldo semi-cofre es parecido al anterior, pero de menor tamaño.

Como vemos, actualmente, hay una amplia variedad de modelos. Cada uno de ellos pensado para dar solución a una situación concreta. Para elegir la opción más adecuada es aconsejable dejarse asesorar por profesionales. Como hizo María, una vecina de Badalona, quien pidió información esta tienda de toldos en Barcelona, una empresa fabricante e instaladora de toldos de Barcelona con más de 30 años de experiencia. Según cuenta María, su balcón es un poco complicado y no sabía qué modelo de toldo le vendría mejor.

Consejos para elegir un toldo.

Como dice la revista de decoración El Mueble, elegir un toldo no es solo cuestión de gustos. Debes tener en cuenta algunas cuestiones para escoger el toldo más apropiado. No es llegar a la tienda, que te enseñen un catálogo, que te muestren un muestrario de telas y elijas la combinación que mejor te entre por los ojos. Estos son algunos aspectos que debes considerar:

  1. Tipo de toldo. Como hemos visto antes, existen diferentes tipos de toldos, cada uno apropiado a una situación. Los toldos estores siguen siendo los más adecuados para terrazas alargadas, mientras los toldos monoblog son perfectos para cubrir un patio. A su vez, tenemos toldos que se accionan manualmente y otros que están motorizados.
  2. Material de la lona. La lona debe ser resistente y adecuada a las condiciones climáticas de la región. En este sentido tenemos lonas de material acrílico, resistente a la humedad y a la decoloración solar y lonas de PVC, que son idóneas para zonas lluviosas.
  3. Estructura metálica. En cuanto a la estructura de metal: brazos, barras y soportes, estos pueden estar fabricado con aluminio (que no se oxida con la lluvia) o de acero galvanizado, algo más pesado, pero más resistente a las ráfagas de viento.
  4. Dimensiones del toldo. Las dimensiones del toldo son un aspecto importante. Debemos medir con precisión la zona que queremos cubrir y asegurarnos de que el toldo desplegado la abarca sin problemas.
  5. Resistencia al viento y al agua. Si vivimos en una zona ventosa, debemos elegir un modelo que soporte bien las ráfagas de viento. Si vivimos en regiones lluviosas, el toldo debe tener una inclinación ajustable que facilite el drenaje del agua.
  6. Sistema de apertura. Aquí debemos elegir entre un sistema manual o motorizado. Los sistemas manuales son más económicos, pero requieren esfuerzo físico para recogerlo o desplegarlo. En cambio, los sistemas motorizados se pueden accionar con un mando a distancia parecido al de las puertas de garaje.
  7. Color y diseño. Aquí si entrarían más nuestros gustos personales. Si bien, no está mal consultar a los vecinos, si vivimos en una propiedad horizontal, para asegurarnos de que nuestro toldo no altere demasiado la estética de la fachada del edificio.
  8. Instalación. Ten en cuenta el tipo de instalación requerida. Algunos toldos necesitan anclajes y deben ser instalados por profesionales, mientras que otros son más sencillos y puedes instalarlos tú mismo.
  9. Mantenimiento. Asegúrate de que tu toldo sea fácil de limpiar. Las lonas desmontables y los sistemas con protección adicional, como los toldos cofre prolongan la vida útil del toldo.

Los toldos han sido y seguirán siendo un complemento que agrega comodidad a nuestras casas y que continuarán modelando el paisaje urbano, aunque estos no sean toldos verdes.

 

 

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